Mientras sigue sin descartar o confirmar alguna candidatura, el ex presidente le corre la cancha a Larreta y Bullrich, que se disputan la representatividad del PRO en Juntos por el Cambio. “Tenés que demostrarle a la gente que vivir dentro de la ley, más allá de lo económico, te da una tranquilidad espiritual distinta”, dijo
El ex presidente Mauricio Macri volvió a hablar tras presentar su libro “Para qué” y ratificó que, pese a que no se sabe si será o no candidato en 2023, es quien marcha la cancha interna en Juntos por el Cambio y, particularmente, en el PRO: hablándole más a los eventuales candidatos a presidente por su espacio, y adelantó el ajuste que propone (mientras lo critican en el Congreso) al convocar a “demostrarle a la gente que vivir dentro de la ley, más allá de lo económico, te da una tranquilidad espiritual distinta”.
“Hay que recuperar el control del Estado, ejercer el poder y correr a toda la militancia”, reflexionó Macri durante un panel de exposiciones que compartió, del Miami Dade Collage, junto a los ex mandatarios Vicente Fox, de México, y José María Aznar de España, ambos representantes de la derecha y el conservadurismo del siglo XX.
Según Macri, los gobiernos “populistas” dejan un Estado cooptado por la militancia, lo cual hace necesario combatir ese relato sin temores de manera radicalizada y “rápido”. Curiosamente, uno de los expositores a su lado, Fox, fue históricamente señalado, igual que otro socio del dirigente PRO como Donald Trump, como “populista de derecha”.
“Hay que recuperar el control del Estado y ejercer el poder desde el día uno. Si no tenemos la capacidad de demostrar a la velocidad que la gente te pide hoy, después no te reeligen. Por eso tenés que llegar y correr a la militancia para que la gente vea que hay progreso y demostrarles que vivir dentro de la ley, más allá de lo económico, te da una tranquilidad espiritual distinta”, enfatizó, rompiendo el libreto en cuanto a que la derecha no suele anticipar lo que verdaderamente piensa hacer de llegar al gobierno.
En ese punto, el autor de “Segundo Tiempo” y ahora “Para qué”, libros que parecen anticipar que quisiera volver a ser presidente, continuó su sinceramiento con algo similar a una autocrítica. “El buenismo no paga, cuando uno estás en el Poder tenés que ejercer el Poder. Por eso tenemos que combatir el relato y cuando gobernamos ejercer el Poder sin pruritos contra ese discurso que nos ha corrido sistemáticamente, porque aunque no queramos, todos terminamos haciendo algo con un matiz populista porque nos sentimos acorralados, y al final no sirvió de nada”.
“Se les puede ganar, pero para eso requiere de varias cosas”, pensó en voz alta Macri, y señaló que la naturaleza de un espacio político de derecha y conservador como Juntos por el Cambio es “racional” con “argumentos contundentes”, pero que en la actualidad están llevados “cada vez más por un mundo de las emociones”, casi parafraseando la canción “Tengo”, de Sandro.
Según el ex mandatario, a sus “valores e ideas hay que darle emoción, poner el corazón, transmitir la misma locura (que ellos) a través de nuestras ideas que son racionales”.
“Las tenemos que llevar con vehemencia, desde el corazón. Si nos quedamos en la racionalidad no llegamos. Ellos tienen un relato poderoso”, dijo sobre el “populismo”.
Y allí volvió a criticar a ese término, como suele hacer hace 8 años. “No tenemos que dejarnos correr más. El discurso progre es mentira, los únicos que se salvan son ellos cuando están en el Estado, la gente se muere de hambre”, enfatizó, pese a que la familia Macri, como se sabe por datos y hechos, construyó su fortuna a partir de la obra pública y la “patria contratista” de la década del 90.
“Nos eligen y a las 48 horas nos cuestionan cualquier cosa y cualquier salame con dos followers (seguidores) en Twitter nos da instrucciones de cómo tenemos que gobernar. Uno se vuelve loco, se preparó durante meses, años, y unos tipos desde su casa decretan que como viven en esa esquina saben más que toda la inteligencia que se haya podido poner. Pero eso nos juega a favor”, dijo de manera insólita el ex presidente.
Según opinó, a los jóvenes no les gusta ese tipo de poder ni que le digan lo que tiene que hacer, y por eso rechazan al Estado. “A esos jóvenes hay que demostrarle que se puede gobernar con una cultura del poder sana, donde no se invade al ciudadano”, aseguró.
Finalmente, destacó el acompañamiento de la clase media durante las últimas elecciones presidenciales, en las que perdió su reelección, y legislativas para evitar ser Venezuela. “En Argentina hay una clase media, muy golpeada, pero que reaccionó y nos acompañó para evitar la chavización final de la Argentina”, concluyó.